Pensé en hacer una nota de fin de año esperanzadora, llena de promesas para el 2008. Pero no contaba con algunas sorpresas. Por suerte, al final, el teatro siempre da alegrías.

Cuando organizaba esta nota en mi cabeza, pensaba encararla desde los cuatro puntos cardinales del teatro de Buenos Aires: el oficial, el de la calle Corrientes, el off Corrientes y el off del off. Al principio quise dar un panorama completo del 2008. Después fui un poco más modesta y pensé en hablar del verano porteño. Pero el inconveniente fue que no contaba con un par de pequeños detalles:

  1. El teatro oficial está cerrado en enero. Mientras el Nacional Cervantes mantiene cruzados los dedos para poder abrir el año que viene, el Complejo Teatral de Buenos Aires ya ha anunciado su programación. Y del Colón mejor ni hablemos.
  2. En el verano la calle Corrientes se traslada a Mar del Plata y los que quedan, salvo honrosas excepciones, tampoco han terminado de definir su programación.
  3. Las figuras más consolidadas del off, como Daniel Veronese o Claudio Tolcachir, han guardado un respetuoso silencio. Haciéndome la valiente, fui con Mauricio Kartun, pero sólo conseguí un triste "los proyectos están tan inciertos... Estaba cocinando algo, pero se pinchó y por lo demás todo sigue agarrado a El Niño Argentino". Sé que Ricardo Bartis tiene pensado estrenar La pesca, obra que presentó en el Festival Internacional de Buenos Aires.Como tiene teatro propio, seguramente lo haga. Lamentablemente estoy empezando a dudar de que suceda lo mismo con La paranoia de Rafael Spregelburd, que se encuentra en las mismas circunstancias, pero sin espacio. También me llegaron rumores de que Federico León estaba ensayando (¿¡lo recuperamos, después de su excelente paso por el cine!?), así como Alejandro Urdapilleta; pero sin confirmación ni fecha de estreno. En las mismas condiciones está Alejandro Tantanián, aunque sonando el nombre de Clásica y Moderna como espacio, podemos suponer que volverá a las canciones.

Ya estaba por tirar la toalla y dedicarme a la tarjetería española, cuando de repente varias voces del off y del off del off, vinieron a socorrerme.
La primera gran alegría fue la del CELCIT, que inaugura nueva cede en Moreno 431, poniendo toda la carne al asador. En abril estrena tres obras: Factor H, con dramaturgia y dirección de Juan Carlos Gené, Los ojos abiertos de ella, de Raquel Diana y Las mujeres entre los hielos, de Agustina Muñoz, ambas con dirección de Carlos Ianni. Para julio tiene programados varios cuadros de Terror y miseria en el primer franquismo, de José Sanchis Sinisterra, El término, de Rolando Pérez, con dirección de Carlos Ianni, y Un leve olor a almendras amargas, de Beatriz Pustilnik, con dirección de Claudia Quiroga. Y finalmente para octubre Blancos muslos de dios, escrita y dirigida por Claudia Quiroga. Todo esto, sin contar con la Temporada Internacional y el 5º Festival de títeres para adultos.
En otro orden de cosas, también lo tenemos al hiperkinético José María Muscari, que en 2008 pasa del Teatro Sarmiento al Teatro de la Comedia con Fetiche. El 4 de enero estrena En la cama, con dramaturgia y dirección propias, en el Multiteatro (con un elenco de estrellas de TV). En abril-mayo, de dramaturgia compartida con Mariela Asensio, sale al ruedo con Crudo, un unipersonal en donde él será la "uni persona". Con puntos suspensivos y signo de interrogación (o ganchito preguntón, como decía una maestra mía), sigue en pie el proyecto de una versión de Julio César de Shakespeare, que confiamos en que sea tan admirable como la Electra de Sófocles. "Eso es todo / que es mucho /¡¡¡ me cansé antes de comenzar el año!!!". Tenés razón, José.
Y Mariela, además de estar trabajando en la dramaturgia de Lisboa, estrena el 12 de enero Mujeres en el baño en el Espacio Callejón, obra que forma parte de la trilogía Mujeres en 3D junto con Mujeres en el Aire y Mujeres en ningún lugar.
Más mujeres: Patricia Suárez estrena La Mosquita, que será dirigida por Corina Fiorillo. Y sigue con el ciclo Living, en lalibrería Fedro, de San Telmo, que abrirá el año que viene con obras de Paula Jiménez y Lucía Laragione. Fiorillo dirigirá, además, en la primera mitad del año, Lo que quedó (tres obras breves sobre situaciones cotidianas de posguerra, cuyas autoras son Adriana Tursi y Patricia Suárez) y Desdichado deleite del destino, de Roberto Perinelli.
Sumo y sigo.
Claudio Hochman vuelve a Buenos Aires para presentar en febrero en el Centro Cultural de la Cooperación, junto a la Shakespeare Women Company, Julietta, un unipersonal de teatro-circo basado en el clásico de Shakespeare Romeo y Julieta (como no podía ser de otra manera, tratándose de Hochman).
Alejandro Ullúa repone dos de las obras de la Trilogía del Nazismo: Herr Klement y Todos los judíos fuera de Europa. Además estrena Dos viejos pánicos, del cubano Virgilio Piñera. Y tiene otro par de cosas en el tintero, que por ahora no vamos a quemar.
Por el lado de las relaciones federales, vamos a tener a Mario Cura que, junto al grupo El Altillo de Salta, estarán trabajando sobre Anahí, con dramaturgia del mismo Cura. Proyecto encuadrado dentro del teatro foro que, según nos dice el autor, "propone un teatro que, sin abandonar el hecho artístico, intente re-significar el sentido del teatro en una sociedad tan repleta de egos e individualismos".
Mientras Criminal, de Javier Daulte, con dirección Pablo Silva, se traslada a Mar del Plata, el 15 de marzo se estrena en el Teatro del Nudo Un hombre torcido, de Richard Kalinoski, con dirección de Manuel Iedvabni.
En el Patio de Actores, Pablo Silva dirige desde marzo Bety Godt, la inconquistable, de Daniel Sasovsky; y con la sala a confirmar, Gustavo Garzón se lanza en la dirección de Morir o no, de Sergi Belbel.
Por otra parte, el 19 de abril se estrena en Andamio '90 Los Siameses, de Griselda Gambaro, con dirección Mercedes Fraile y Laura Battaglini.
Mientras tanto, a mediados de marzo Carlo Argento reestrena La metamorfosis, el cambio final, en el precioso espacio de La Manufactura Papelera, en San Telmo.
Marcelo Bertuccio también anda con una agenda apretada: estrena Víctimas sorprendidas en un ruego inútil en Apacheta, en marzo, Parece mentira (música incluida) en El Vesuvio, en abril. Esperará todavía (queda en proyecto) con María Sánchez, de y con Andrea Bonelli, obra con la que hizo un pre-estreno en el ciclo 7 Noches en Villa Ocampo. Y como ya suponíamos, más proyectos debajo de la manga que, como dice mi abuela, "hasta que no están no están", y por eso no nos anticipamos.

Es mucho pero no es todo. Y si, ya sé, me ocupé de directores y dramaturgos, pero dejé a los actores plantados. Así que, con sabor a poco, hago mi despedida final, mutis por foro, arrivederi, addio, ciao, prometiendo unos mimos extra a los actores en 2008.
Levanto mi copa y brindo con ustedes por un año teatral.