La cama china

Un tributo a Manuel Mujica Lainez

... para mí, la cama china, que yo trataba con tanta familia­ridad y que desconcertaba a los visitantes, encerraba un mundo de leyendas. De allí salían, embozados o fulgentes, los personajes de todos mis cuentos. Mi abuela los llamaba, con un golpe de su abanico, y ellos acudían de inmediato a su invocación, para avanzar en un paisaje mágico...

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