Estaba en mi casa y esperaba que llegara la lluvia

"Cinco mujeres en la casa, hacia el final del verano, desde el final de la tarde hasta incluso la mañana del día siguiente, cuando el frescor haya vuelto y que la noche y sus demonios se hayan alejado.

Cinco mujeres y un muchacho de vuelta de todo, de vuelta de sus guerras y de sus batallas, finalmente de regreso a casa, puesto allí, en la casa, ahora, agotado por la ruta y por la vida, dormido apaciblemente o moribundo, nada más, vuelto a su punto de partida para morir allí.

(...)

Ellas giran alrededor de ese muchacho en su cama. Ellas lo protegen y se tranquilizan también las unas a las otras. Ellas lo cuidan y oyen su respiración, ellas caminan con pasos lentos, ellas susurran su propia historia, esa ausencia de historia que viven desde que él las dejó y su historia de él, su largo paseo a través del mundo, su huída sin meta y sin razón.

Es una lenta pavana de las mujeres alrededor de la cama de un muchacho dormido.

El sordo ballet de las muchachas y sus estallidos a veces, sus odios escondidos que explotan de pronto, gritos y susurros, los ajustes de cuentas y los últimos desgarramientos antes del apaciguamiento definitivo, desesperado."

Jean-Luc Lagarce