Crónicas de Pichincha

Crónicas de Pichincha, de Alicia Muñoz, es una obra teatral que consta de cinco historias a modo de crónicas periodísticas, ubicadas en Rosario entre 1920 y 1935. Éstas tienen como protagonistas a los típicos personajes del barrio prostibulario de Pichincha, en tiempos en que “el oficio” estaba legalizado

Las escenas se enhebran como cuentas de un collar de perlas. Comienzan con la revisación obligatoria de las minas en el dispensario, para continuar en el bar, donde los “fiolos” se las jugaban a las cartas. Luego se las ve, escurridizas, mimetizadas en el carnaval, bajo un decente disfraz de “dama antigua”, y vestidas de muñecas en el prostíbulo francés regenteado por la “madame”. Finalmente, aparecen llevando adelante heroicamente su vida miserable, hasta la caída abrupta y posterior debacle del famoso barrio. Este final, voceado por los canillitas de la zona, sucede luego de ser derogada la ley que había amparado el despliegue de este universo, ahora condenado para siempre a la clandestinidad.

Con puesta y dirección de Marta Silva, el espectáculo incluye tango cantado y bailado en vivo. En un ámbito de café-concert, se genera un clima que traslada al espectador a la candente Rosario de los años ’30.

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