Malafemmena

Dos encuentros con Eva, uno en 1949 y otro en 1950. Dos inmigrantes napolitanos, un cura y un sacristán. Y en sus voces la confluencia de cuanto Eva provocaba en los otros: el odio, el amor, la veneración, la desconfianza, la compasión. Silvestro, el sacristán, intentará salvarla, a su modo, de la inevitable muerte.

3 Histórico de funciones