Yvonne, princesa de Borgoña

El principe Felipe, heredero del trono, encuentra durante un paseo a una muchacha desprovista de encanto y atractivo: Yvonne, una joven insignificante y muda . Desde el primer momento, el príncipe no puede aguantarla, le crispa los nervios; pero, al mismo tiempo, no puede soportar el verse obligado a detestar a la desdichada Yvonne.
En un momento de supremo capricho, toma la decisión fatal: Se casará con ella.

Introducida en la corte real como novia del príncipe, Yvonne se convierte en un factor de descomposición. La presencia muda, amedrentada, de sus múltiples carencias revela a cada uno sus propias deficiencias, sus propios vicios, sus propias indignidades. La corte no tarda en transformarse en una incubadora de monstruos. Y cada uno de esos monstruos sueña con asesinar a la insoportable Yvonne. La corte moviliza al fin sus pompas y sus obras, su superioridad y sus esplendores y, utilizando su inmenso poder, la mata.