Mascarada de las maravillas en el País de Jauja

La mascarada tiene una primera parte de teatro y una segunda parte de circo, con el sello teatral, de una fuerte raíz carnavalesca.
Espectáculo de Números, Rutinas y pequeñas obras, construido en un lenguaje exasperado del humor, la tragicomedia y el grotesco.
El empresario, atacado por una psicosis inmobiliaria, tiene, para el terreno, un mejor destino: ¡torres-cemento, cemento-torres, torres-cemento!! permitió la obra de teatro, con la condición, de que esa representación sea la última.
Los comediantes y los personajes, a través de su maestría, le entablan "una fiera y desigual batalla".
Los personajes toman otros personajes y se suman a neutralizar la visión unidimensional del mundo del empresario.
Lo hacen a través del Juego, con esa bárbara y tosca teatralidad.

1 Histórico de funciones