Shakespeare ha muerto /Adagio anfetoso irresponsable

Las actrices agobiadas por el estreno y drogadas con md deciden asesinar al dramaturgo y director. lo confunden todo. No hay límites, sólo estúpidas fronteras.
Advertencia al cachazudo: esta pieza no respeta límite alguno, discute por lo tanto la frontera, última muralla de una razón que se desmorona en un mundo que enloquece. Sin voces que nos representen buscamos las bocas mudas de William Shakespeare, que está vigente, vivo en la gente.

Este espectáculo está dedicado a Darío Re, por animarse a ser único en el lugar más opaco del mundo.