Un jardín lleno de flores

"Un jardín lleno de flores” surge luego de seis años de trabajo en un taller de teatro en el Centro de Residentes Correntinos.
La obra reúne a doce personas de entre 66 y 84 años para explorar de forma documental la creación escénica con lo más preciado que trae cada uno: su historia.
Las escenas son construidas por las y los intérpretes convirtiéndose en artesanos de su propia ficción.
Historias que en la vida cotidiana quedan en una escucha perdida se convierten en potencia para visibilizar el amor, los deseos, los miedos y las obsesiones de personas en la vejez.


Manifiesto

Somos autores y actores
Somos protagonistas de nuestra propia vida.
Nos conectamos a través de nuestras emociones y sentimientos, desde la realidad y desde la imaginación.
Estamos salpicados de cuentos, historias, recuerdos, deseos, canciones y bailes.
Volvemos a sorprendernos con las emociones que el tiempo tapó y las amplificamos para convertirlas en expresión.
Pensamos que no hay tiempo perdido para vivir y volver a vivirnos.
Somos flores perfumadas a nuestra manera y por eso seguiremos haciendo de las nuestras porque la edad no nos importa.

somos los viejis de canela.

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