Volvió una noche

Una comedia de Eduardo Rovner

“Volvió una noche” nos pone frente a un tópico crucial: la tensión entre las generaciones. ¿Qué relación tener con la tradición de nuestros padres? ¿Cómo se es fiel a las generaciones anteriores sin renunciar a los cambios propios del tiempo? ¿Cómo se logra el engarce entre el eslabón generacional del ayer y el del hoy, sobre todo cuando de aquello de lo que se trata es de sentimientos que generan contradicción?

En palabras de su autor: “La pieza trata, en última instancia, de la lucha entre los cambios que los individuos se proponen y el mantenimiento de las tradiciones que imponen las generaciones anteriores.”

Esta lucha, recorrida en clave de comedia, es encarnada principalmente en dos figuras emblemáticas: una madre y su hijo.